Scaloni sigue en Europa esperando que se defina la fecha del reinicio de las eliminatorias.
Las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Qatar 2022 encontrarán en la lejana Zúrich su destino final, que se inclina por estas horas a jugarse recién a partir de marzo próximo, con una leve chance de hacerlo en noviembre, pero ya con octubre descartado, y por eso cuando a la reunión del Consejo de la Conmebol de mañana martes se sume el propio presidente de FIFA, Gianni Infantino, se bajará el martillo en ese sentido.
La reunión que se celebró este lunes y se extendió por espacio de dos horas y media vía Zoom, con la participación de ocho de las 10 asociaciones miembro de la Conmebol representadas por sus respectivos presidentes (no participaron Bolivia y Venezuela porque sus titulares fallecieron en los últimos meses y no se definieron sus reemplazantes), pasó a un cuarto intermedio justamente para mañana, nuevamente a las 10 de Paraguay (11 de Argentina).
En el encuentro del que obviamente tomó parte el presidente de la AFA, Claudio Tapia, se votó por el comienzo de las eliminatorias tal como estaban programadas, para la ventana del 8 y 13 de octubre próximos, pero la moción sufrió una contundente derrota por 7 a 1. El único que votó a favor fue Brasil.
Pero más allá de lo protocolar del comunicado vertido después de la reunión, en uno de cuyos párrafos se señala que la «FIFA tendrá flexibilidad en relación con la definición de los horarios y las sedes, en atención a la pandemia de coronavirus actualmente en curso», lo concreto es que esos siete países, entre los que está Argentina, y el máximo organismo del fútbol mundial transitan, aunque con ropas diferentes, por la misma vereda.
De hecho, según le adelantaron fuentes afistas a Télam, la idea de FIFA también pasa porque las eliminatorias sudamericanas pasen para el año próximo, y mañana mismo podría proponer que en vez de dos ventanas mensuales como hasta ahora, haya tres a partir de marzo, para acelerar el paso rumbo a Qatar 2022, máxime teniendo en cuenta que entre junio y julio de 2021 y por espacio de un mes se disputarán simultáneamente la Copa América y la Eurocopa.
Esa idea está atada, a favor y en contra, a la presión que está ejerciendo por estas horas la Liga de Clubes de Europa, que no quiere que las instituciones bajo su órbita cedan futbolistas a las selecciones sudamericana para evitar riesgo de contagios ante el crecimiento de casos en la región.
Claro que este «favor» que hoy le haría la FIFA a los clubes que están bajo la órbita de la UEFA, tendría su contraprestación el año que viene, porque en vez de cederlos por dos semanas en cada convocatoria por eliminatorias, deberían hacerlo por tres.
Y seguramente esto traería aparejada otra discusión, que quizá quedaría para más adelante, como todo lo que viene aconteciendo últimamente, a partir de cada decisión que se debe tomar respecto de las fechas de la vuelta a la actividad en cualquier competición internacional que exista.
Los indicios respecto de que las eliminatorias sudamericanas quizá no tengan margen para desarrollarse en lo que queda del año, además de los expuestos y que son los más fuertes, es que salvo las de Europa, las de los demás continentes (Asia, África, Oceanía más la Concacaf) ya fueron postergadas para 2021.
La sanción de Messi ya prescribió.
Argentina, mientras tanto, fue avanzando en los últimos días y tras verificar los reglamentos de la Conmebol oficializó la posibilidad de que su capitán, Lionel Messi, pudiera jugar el primer partido de eliminatorias ante Ecuador (hasta ahora el jueves 8 de octubre) porque su suspensión por un encuentro provocada por la expulsión que sufrió el 6 de julio del año pasado en el cotejo por el tercer puesto de la Copa América de Brasil, ante Chile, ya prescribió, porque superó el año de aplicabilidad.
Claro que las previsiones no se quedaron allí, y ante esa posibilidad latente de que se postergara el comienzo de las eliminatorias, para cuya primera doble jornada (el segundo encuentro está programado hasta el momento para jugarse en la altura de La Paz, ante Bolivia, el martes 13 de octubre), el técnico Lionel Scaloni debía elevar la nómina de convocados el 20 del corriente, tanto él como su ayudante de campo, Walter Samuel, que viven en Europa, postergaron sus viajes a la Argentina.
En principio ambos iban a estar el pasado fin de semana aterrizando en Ezeiza para cumplir con la cuarentena correspondiente en el predio de AFA, antes de comenzar con los entrenamientos, pero ante esta contingencia decidieron esperar en el Viejo Continente, Scaloni en España y Samuel en Italia, hasta ver cual es la resolución que se adopta, ya que en caso de postergarse el comienzo de las eliminatorias obviamente permanecerán en Europa.
Pero para que todo quede claro (aunque sea circunstancialmente), y se pueda separar la paja del trigo, habrá que esperar la reunión de mañana en la sede de Conmebol, en Luque, aunque la última palabra llegará desde Suiza. Y esa será la que valga.