@perez_daro
En marzo de 2020, Iliana Calabró dejó todas sus cosas en el camarín del Teatro Melo de Carlos Paz, cuando terminó la temporada veraniega con “Perfectos desconocidos”, porque el plan era regresar para Semana Santa y comenzar la gira del año en la misma Villa. Pero por motivos que conocemos, ese plan se canceló.
“Pensaba descansar un poco para recuperar y volver, pero a la semana de estar en mi casa nos dejaron encerrados. Todo quedó allá. Todo lo que quedó trunco, recalculando, nos cambió la vida en un segundo”, cuenta aún un poco incrédula de como, literalmente, todo se frenó.
En charla con DiarioShow.com, la actriz habla de cómo siguieron sus meses en cuarentena en la que encontró alivio tras meses de aislamiento cuando la convocaron para “Masterchef Celebrity”, hecho que según ella cambió su carrera y el presente, que la encuentra encabezando junto a Fredy Villarreal la obra “La mentirita” en el Teatro del Lago, de martes a domingo.
“Fue duro y estresante, por todo lo trunco que quedó en este año y todo lo que se hizo a pesar de la pandemia, gracias a Dios. ¡Qué año! Fue muy raro, sigue siendo raro. Pero bueno, estamos vivos, estamos sanos, con ganas de seguir adelante, eso es lo principal. Rescatemos las cosas buenas: Sobrevivimos. Seguimos sobreviviendo, que no es poco”, reflexiona para dar comienzo a la entrevista una Iliana que a pesar de los contratiempos que narrará, siempre se muestra esperanzada y generosa.
Sobre sus primeros días de trabajo en las tablas, analiza: “Es muy lindo lo que sucede, que nos den este lugar. A la hora de volver ya empecé a notar un buen ánimo porque hay mucha solidaridad en la gente, entre todos nos ayudamos. Hay que poner el granito de arena. Uno va a tratar de estar a la altura de cualquier año. Todo es un barco a la deriva , nadie se salva solo. O nos ayudamos entre todos para salvarnos, o nos hundimos. Hay que apuntalar para mejorar”.
“El 2020 fue duro y estresante”.
En junio, su madre Coca se cayó y se rompió la cadera. A pesar de que contó con la ayuda de su hermana Marina, como ella trabajaba, la responsabilidad fue de la comediante: “Tuve que acompañarla en su rehabilitación. Es muy difícil para todos los que tenemos papás que son pacientes de riesgo, con estos protocolos, y los miedos”.
EN LA COCINA
Pero mientras lidiaba con la pesada rutina, llegó un inesperado llamado: “Después de eso, que me tenía en otra dirección, fue un bálsamo que me convocaran de ‘MasterChef Celebrity’. Porque más allá de que pude mantenerme ocupada con las redes sociales, que te ayudan de alguna forma a estar conectada, era lo que necesitaba, creo que me salvó el año”.
“Fue intenso el programa, no creí que iba a ser así, porque mi cocina es mi zona de confort. Pero ahí entendí ¡que era solo la mía! Mis tiempos son mi zona de confort. Y ahí todo era contrarreloj, cocinar cosas que desconocía, que ni sabía que existían. Si bien una se prepara, nunca terminás de sorprenderte por lo amplio que es el mundo gastronómico”, relata sobre la experiencia en el exitoso ciclo de Telefé.
A pesar de que aprendió mucho, el desafío implicó varios dolores de cabeza: “Me hubiese gustado rendir más. Pero bueno cada uno da todo lo que pueden en función de las posibilidades. Tampoco tuve suerte, porque así repasando siento que algunas cosas con las que me pude haber lucido no me tocaban. Yo me manejo bien con la cocina mediterránea, pero después tenés lo asiático, indio, latino, y las fusiones de dos culturas. Te pedían un curry y te decían que este es más hindú, que no era lo pedido ¡y qué sé yo! Hay que arreglárselas. Fue muy complejo y principalmente es una escuela estar ahí, es algo que me interesa. Yo creo que a todos los que formamos parte del certamen nos hizo querer más a la gastronomía”.
“Fue un bálsamo que me convocaran de ‘MasterChef Celebrity’”.
Al mismo tiempo, la hija de “El Contra” revela que no rescata solo el hecho de tener trabajo, sino algo más profundo: “¡Verte con gente de vuelta después de mucho tiempo, eso fue hermoso! Porque en los tiempos en los que empezó era verse de a uno o dos personas, o con mucho cuidado. Me sacó de mi casa que estaba sola. Fue muy difícil para todos los que estábamos solos mantenernos entero en estos tiempos. Porque la cabeza te trabaja, no tenés con quien compartir un desayuno, una cena… Y tener que salir a trabajar me alejó de mi familia porque no podía verlos por estar expuesta, así que en ese sentido me dio tristeza y la extrañé muchísimo”.
El gran cariño que le agarró al programa tiene que ver con dos cuestiones. En primer lugar, por la reflexión que hizo tras su paso por las cocinas más famosas del país: “Me di cuenta de que cuanto más cocinás, más rico te sale. Eso de la práctica hace al maestro, porque comprás más variedad, los combinás de otra forma, entonces ya te largás a hacer más cosas y no te quedás con lo que sabés, que a veces puede ser mucho pero cuesta salir de tus límites”.
Pero también el ciclo generó en ella algo más: “Me acerca a un público del que naturalmente te apartás, de aquel boom que fue el Cantando… para mi hasta este otro pasaron 12 años. Si bien una tuvo su recorrido y trabajó mucho, es increíble lo que sucede cuando estás en esos programas. Ahora me mandan videos en donde hay nenes que juegan a Masterchef y una nena juega a que es Iliana, es hermoso. Es un publico nuevo que atesoro mucho”.
EFECTO CUARENTENA
Gracias a la cuarentena, Calabró cambió de vida: “Para un ser social como yo fue difícil acostumbrarme a no salir, a no ver seres queridos. Y después de varios meses y de la experiencia del reality, no lograba salir de mi casa. Me autoabastecí y no salí hasta que vine a la Villa. A diferencia de otros que pueden decir no cocino más, yo he aprendido mucho y ahora sigo haciendo”.
“Me llamaban amigos para ir a comer y yo los invitaba a casa porque tenía de todo. Pasta frola, chocotorta, una rogel para armar, la pavlova, ¿para qué vamos a ir a confitería si tengo cosas ricas en casa? Me gusta ser anfitriona. Mi casa me atrapó. Si no era por trabajo, no salía. Tuve que volver a entrenar mucho para prepararme para la temporada, que me hizo bien, esperaba el verano, la obligación de todos los días, de prepararte para salir a escena”, agrega.
“Yo no he viajado mucho, aunque la gente piense que es así. Me fui con Marley nada más. Yo trabajé toda la vida, esa es la realidad. Conozco mi país porque lo recorrí todo gracias a las giras, y es una bendición, pero quizás me falta mundo, porque me gana el trabajo, me gusta lo que hago y me hace bien”, contó con tono nostálgico, hasta pudoroso, de lo que debió relegar, ya que se muestra agradecida por lo que tiene y tuvo pero no puede evitar sentir que hay deseos que no cumplió.
Luego continúa: “El año pasado me tomé unas vacaciones largas, mi hijo se sorprendió porque me tomé un mes. Nadie de mi familia creía pero me lo sacó mi hijo para que vaya a donde vive él. Las cosas hay que hacerlas. Pero parece mentira que desde que volví no me volví a tomar un día. Le había tomado el gusto a viajar, dije ahora sí voy a irme, me pude largar sola y por todo este tiempo no nos dejaron”.
Pero aclara que no es culpa solo del trabajo: “Yo viajo sola, si tuviese un compañero sería distinto. Si viajo y me agarra la pandemia sola en un lugar en el que no conozco el idioma ¡me muero! Me dio miedo ahora con esto que pasó. Una vez que esto pase quizás pueda ir a visitar a mi hijo que es la mayor asignatura pendiente que tengo”.
“Visitar a mi hijo que es la mayor asignatura pendiente que tengo”.
Pero también hace un mea culpa: “Me cuesta largar porque con tanta gente que no tiene trabajo, que fue despedida, que tienen dificultades económicas, y peor en 2020, es inviable, por eso cuando vivís de tu trabajo y que te gusta, uno hace del trabajo un culto. Porque siempre estás, ponés la mejor disposición, rendís bien y sos profesional, lo priorizás. Después de un año así podría haberme tomado vacaciones, pero pienso en que estoy pasando un buen momento y hay que capitalizarlo, ¿cómo lo va a sentir la gente de Carlos Paz que en un año difícil no vayas? ¿Cuando hay que remarla no estoy? Uno tiene que ser consecuente con lo que piensa. Si me va bien, si soy aceptada, si la gente me quiere y me va a ver al teatro, no puedo dejarla en los momentos duros”.
“LA MENTIRITA”
NUEVA OBRA EN LA VILLA
Arrancó el 2021 con todo, encabezando “La mentirita” en el Teatro del Lago de Villa Carlos Paz, junto a Fredy Villarreal, producido por Javier Faroni y con un gran elenco conformado por René Bertrand, Rodrigo Noya, Laura Bruni, además del debut de Morena Rial. “Estoy súper contenta. El año pasado había llegado una propuesta para que encabecemos con Fredy y finalmente no se dio porque era a través de Dabope y puso todas las fichas en un producto (N de la R: “Atrapados en el museo” con Pedro Alfonso). Yo me abrí y me fui a hacer Perfectos desconocidos que fue una experiencia fabulosa, tener un texto como ese es el sueño de cualquier comediante. En lo profesional fue un diez, y me hizo bien probarme con otro tipo de texto al que estaba acostumbrada”, confiesa.
La actriz asegura que la gente se va a divertir mucho y que el espectáculo es lo que hoy se necesita: “El público tiene ganas de compartir en familia, y reírse, ver un show. A pesar de tener menos cantidad de audiencia, es una sala grande así es que va a ser una linda experiencia. Si bien todos los años hablamos de apuesta, hoy más que nunca tenemos que apostar, porque el riesgo es alto y nos tenemos que cuidar entre todos”.
Por D.P.