Madrid Actualizado: Guardar
Un redescubrimiento histórico, la ‘Magdalena yacente’ de Antonio Canova (1757-1822), realizada en mármol entre 1819 y 1822, es la obra maestra perdida del titán italiano, que completó poco antes de su muerte. La sala Christie’s de Londres la sacará a subasta el 7 de julio. Tiene una estimación de entre 5 y 8 millones de libras. Habiéndose convertido en una «bella durmiente» del mundo del arte en los últimos cien años -su autoría se olvida gradualmente y se desconoce su paradero- esta destacada escultura de María Magdalena en éxtasis fue encargada por el primer ministro Lord Liverpool. A la vista por primera vez en la sede de Christie’s en Londres mañana y pasado mañana, realizará una gira por Nueva York, donde se podrá ver del 8 al 13 de abril, y Hong Kong, del 27 de mayo al 1 de junio, antes de regresar a Londres para una exposición de tres semanas en junio.
Mario Guderzo, destacado estudioso de Canova y ex director del Museo Gypsotheca Antonio Canova, comenta: «Es un milagro que se haya encontrado esta excepcional obra maestra de Antonio Canova, la ‘Magdalena yacente’, 200 años después de su finalización. Este trabajo ha sido buscado por académicos durante décadas, por lo que el descubrimiento es de fundamental importancia para la historia del coleccionismo y la historia del arte. El redescubrimiento de la ‘Magdalena Yacente’ pone fin a una historia digna de una novela».
Donald Johnston, director internacional de escultura de Christie’s, añade: «El redescubrimiento de la obra maestra perdida de Canova es muy emocionante y un punto culminante dentro mi carrera de más de 30 años. Esta escultura representa un encargo ampliamente documentado de una figura importante en la historia británica, el primer ministro Lord Liverpool, cuya compra de esta ‘Magdalena’ es un testimonio del amor que los coleccionistas británicos siempre habían mostrado por la obra del gran escultor neoclásico Antonio Canova. Esta ‘Magdalena’, que apareció en una subasta en 1852, luego cayó en el olvido y se perdió hasta que ha sido redescubierta recientemente».
La ‘Magdalena yacente’ de Canova ocupa un lugar importante en el canon de la escultura occidental. Antonio Canova fue un indiscutible maestro tanto en su talento compositivo como en su capacidad para traducir esas composiciones en mármol. La ‘María Magdalena’ es la culminación de sus estudios de la forma humana. También sirve como una afirmación del lugar de Canova en la larga tradición de talladores de mármol en Italia, que se remonta directamente a la obra de otro de los grandes prodigios de Italia, Gianlorenzo Bernini (1598-1680). Su ‘Ludovica Albertoni’ (se halla en la iglesia de San Francesco a Ripa de Roma) es otra obra maestra en mármol que Canova conocía y citaba conscientemente.
Encargado en 1819 por Lord Liverpool, Canova primero hizo un modelo de yeso para la ‘Magdalena Yacente’, que ahora se encuentra en el Museo Canova de Possagno, Italia, con fecha de ‘1819 en el mes de septiembre’. Canova expuso el modelo en su estudio en octubre de ese año y recordó en una carta a su amigo Quatremère de Quincy al mes siguiente: «Expuse otra maqueta de una segunda Magdalena tendida en el suelo y casi desmayada por el dolor excesivo de su penitencia, tema que me gusta mucho, y eso me ha ganado mucha indulgencia y elogios muy halagadores«. Uno de esos admiradores fue Tomás Moro, quien escribió: »Me llevó a ver su última ‘Magdalena’, que es divina: aparece yacente en todo el abandono del dolor y la expresión de su rostro y la belleza de su figura… son la perfección«.
La escultura fue encargada por Lord Liverpool, cuyo interés e influencia en las artes se ejemplifica con la fundación de la Galería Nacional bajo su gobierno y dirección. A su muerte en 1828, sólo seis años después de la finalización de la escultura, el título de Lord Liverpool y su herencia pasó a su hermano Charles, 3er conde de Liverpool. Tras su muerte fue ofrecida por Christie’s, hace en 170 años, en 1852, en una subasta en Londres. Pasó a manos de la colección de Lord Ward (más tarde conde de Dudley) -uno de los mayores coleccionistas de su tiempo-.
Es extraordinario que en menos de un siglo la trascendencia y autoría de la ‘Magdalena yacente’ de Canova habían sido olvidadas. Después de la muerte de Lord Ward, su patrimonio y su colección pasaron a su hijo, quien en un momento de tragedia personal en 1920 vendió su gran casa, Witley Court, y todo su contenido a Sir Herbert Smith, un fabricante de alfombras. Fue en este punto cuando parece haberse perdido la atribución a Canova. Tras un desastroso incendio, la escultura volvió a cambiar de manos en una subasta de la casa y su contenido en 1938, donde no se atribuyó al artista. Fue comprada por Violet van der Elst, una empresaria excéntrica y activista, famosa en su tiempo, que construyó y perdió una fortuna y fue decisiva en lograr la abolición de la pena de muerte en Inglaterra. Aunque no se reconoce como obra de Canova en esa etapa, la escultura estaba en el jardín de su casa en Addison Road, Kensington, donde se sabe que permaneció después de la venta de la propiedad en 1959 a un marchante de arte local. En 2002 fue adquirida por su actual propietario. Sólo recientemente recuperó su autoría a Canova, de quien este año se conmemora el bicentenario de su muerte.
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