“Cuando la voluntad existe, hay mil recursos”. Con esa frase nos dan la bienvenida en sus redes sociales los responsables del hogar “Proyecto 4 Patas”, una ONG que lucha a diario contra la indiferencia hacia los derechos de los animales y está comprometida hace 16 años con el rescate de perros que viven –o mejor dicho sobreviven- en la calle, expuestos a múltiples situaciones de violencia que ponen en peligro su integridad física y psicológica.
Actualmente, según datos del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires, la cantidad de perros en situación de calle en territorio bonaerense supera los seis millones, mientras que a nivel nacional los números son aún más alarmantes: más de 20 millones son aquellos que se encuentran abandonados y en condiciones de extrema vulnerabilidad.
“Lamentablemente encontramos perros que fueron golpeados, quemados, o cachorros recién nacidos abandonados. Todo porque la gente no recibió la educación necesaria para considerar al animal como un ser sintiente y no hacerle daño”
Si bien es cierto que la cifra que contabiliza la entidad es muy abultada, también es cierto que junto con la problemática están aquellas personas que trabajan día a día para mejorarla. El motor que los moviliza es el compromiso y la empatía por los animales, y, a lo mejor también, el combustible que pone en funcionamiento ese motor es el amor puesto al alcance de los perros que aún no tuvieron la dicha de ser rescatados.
“Proyecto 4 Patas” es una organización que nació entre 2005 y 2006 “casi sin querer”, cuenta a Télam Luciano Carbone, de 40 años e integrante del hogar para perros, en referencia a lo esporádico del proyecto, que tomó forma de a poco.
Los inicios del hogar –comenta Luciano- fueron por “la necesidad de querer ayudar a los perros de la calle. Inauguramos el predio un día que estábamos en la estación de Padua con dos amigos y decidimos levantar a un perro que estaba con moquillo –un virus muy común en perros abandonados- que lo estaba dejando ciego”, recordó.
En ese momento, el predio que actualmente disponen y que cuenta con más de 80 perros alojados, estaba abandonado y, dedicación mediante, tuvieron que acondicionarlo por partes para poder obtener la habilitación. Cuando la iniciativa ya estaba en una etapa más avanzada y con cerca de diez perros ya rescatados, decidieron institucionalizarse y ponerle un nombre a la organización.
“Abandonan muchos perros con problemas de salud porque no pueden hacerse cargo de los gastos y los dejan a su suerte en lugar de encontrar la forma”
Además de él, el hogar para perros cuenta con Javiera Stabile, de 30 años, voluntaria y coordinadora de esta ONG que está ubicada en San Antonio de Padua, en la zona Oeste del Gran Buenos Aires.
Javiera cuenta que es parte de esta comunidad hace seis años y repasa con orgullo cuáles son las actividades que hacen en el hogar: “Nos dedicamos a rescatar animales en situación de emergencia, recuperarlos y darlos en adopción a hogares responsables”.
Dónde acudir si detectás maltrato animal
La ley protege a los animales del maltrato y la crueldad del hombre. Estos actos son delitos y podés denunciarlos.
Tenés que hacer la denuncia penal. El trámite es gratuito y los funcionarios están obligados a tomarla. Según donde vivís, podés hacerla: en la comisaría más cercana al lugar donde ocurrió el hecho, en la fiscalía o UFI (Unidad Funcional de Instrucción), en el Juzgado de instrucción.
Se entiende por maltrato: no alimentarlos bien, estimularlos con instrumentos que les causan dolor, hacerlos trabajar muchas horas sin descanso, hacerlos trabajar cuando no están en buen estado físico, estimularlos con drogas sin fines terapéuticos, usarlos para llevar vehículos muy pesados.
El funcionamiento de la ONG
Por su parte, Luciano contó que la organización recibe entre 50 y 100 “alarmas” por día de vecinos para alojar a perros o para denunciar casos de crueldad. “A los que no podemos asistir nosotros intentamos asesorarlos y brindarle un ayuda económica para poder lograr su recuparación”, indicó.
“Por más que quisiéramos rescatarlos a todos, es imposible”, lamentó Luciano sobre la cantidad ingente de perros que padecen el abandono, y denunció: “A esta situación se llegó por falta de políticas públicas sobre la castración, faltan programas estatales de educación sobre respeto y maltatro animal”.
Cuando un perro ingresa al hogar de tránsito hay “protocolos sanitarios” que deben realizarse para garantizar el completo bienestar del animal y sacarlo de la situación de emergencia en la que se encuentra. Si bien no todos los perros que ingresan necesitan una atención veterinaria “urgente”, la mayoría, por el descuido al que estuvieron expuestos, si lo requieren.
Primeramente deben realizarse un “chequeo básico” que incluye un análisis de sangre completo para evaluar qué problemas podría llegar a tener. En el segundo paso es necesario aplicarle la “pipeta” para limpiarlo de pulgas y garrapatas y, por último, la desparasitación para asegurar que no tenga bacterias internas que puedan provocarle diarreas o vómitos.
Sin embargo, algunos de los perros sí padecen indisposiciones que son más graves y requieren ser tratadas con urgencia.
Las enfermedades más comúnes son la Erliquiosis -o la enfermedad de la garrapata que provoca anemia y requiere de una donación de sangre para el can-, o los dos tipos de sarna que existen a nivel dérmico, como la demodécica y la sarcóptica – la primera no es contagiosa y es fácil de tratar-. Por otro lado, también es muy común que ingresen con tumores de Sticker (TVT -tumor venéreo transmisible), que son de transferencia por contacto sexual y que, en muchos casos, crecen hasta generar una úlcera. “Esto se solucionaría con políticas de Estado que garanticen la castración”, agrega Javiera.
“Donde deberían castrar a 500 animales por semana, con suerte castran a 50. Una política de castración efectiva debe ser masiva, gratuita, sistemática temprana, extendida y abarcativa”
Al ser una comunidad sin fines de lucro, es fundamental para su supervivencia la colaboración que reciben de los vecinos y voluntarios que se ofrecen para realizar diferentes tareas y complementar su ayuda, que no siempre es económica. Además de tener una cuenta para recibir donaciones de dinero, en el centro también es bienvenida la colaboración con insumos para menguar el gasto que requiere, por ejemplo, una cirujía, la compra de remedios, o bien la comida que consumen los animales diariamente.
Una lucha por el derecho animal
La misión es muy clara: solucionar la situación de sobrepoblación, abandono, crueldad e indiferencia que sufren los perros a través del respeto hacia todas las especies porque, según indican en su página web, los animales “no son cosas que puedan ser utilizadas por el ser humano”. Para ello rechazan “todo tipo de explotación animal, incluyendo su uso como vestimenta, comida, entretenimiento y experimentación”.
Aunque suene absurdo tener que aclararlo, en la página web del hogar destacan que todos los voluntarios y voluntarias que participan de las acciones para mejorar la vida de los perros “los consideran sus iguales, siendo que estos tienen capacidad para sentir placer, alegría, dolor y sufrimiento”.
Sin embargo, estos principios de empatía no se replican en todos los casos por igual, al ser consultados sobre cuáles son los motivos por los que las personas suelen dejar a los perros a la deriva -eso jamás debe ser una opción viable-, respondieron que mucha gente “adopta un cachorro y crece más de lo que espera, o no contemplaba cierto comportamiento del perro”, sin embargo, aclara que “todos son problemas tratables y se pueden modificar. Muchos se piensan que los perros son cosas”.
“También abandonan muchos perros con problemas de salud porque no pueden hacerse cargo de los gastos y los dejan a su suerte en lugar de encontrar la forma”, cerró.
La eterna ausencia del Estado
Para la organización, la solución a corto plazo es encontrarle a los perros una familia que los contenga y les garantice el cuidado y el respeto que merecen para asegurarles una vida donde reine la empatía y el cariño. Pero también, cuentan desde el hogar, el deseo más profundo es que esta problemática logre una solución definitiva de la mano de políticas municipales que garanticen medidas de prevención y cuidado para que esto no suceda.
Pero alcanzar ese horizonte esperanzador no es tan sencillo. Lamentablemente, son muchos los casos en los que la popular y trillada frase acerca de que son “el mejor amigo del hombre” se distancia sobremanera de la realidad.
“Es necesario la creación de hospitales veterninarios públicos, muchos quieren ayudar pero no tienen dinero para hacerlo”
Para controlar la problemática es necesaria la intervención del Estado. Frente a esto, Luciano dijo que “se necesitan campañas de castración reales a nivel nacional, la intervención municipal es en un 98% de los casos una falsa vidriera política”.
“Donde deberían castrar a 500 animales por semana, con suerte castran a 50. Una política de castración efectiva debe ser masiva -un 20% de la población animal por año- gratuita, sistemática temprana, extendida y abarcativa. En caso contrario, no se logrará el equilibrio”, lamentó Luciano.
“Es necesario la creación de hospitales veterninarios públicos, muchos quieren ayudar pero no tienen dinero para hacerlo”, cerró.
Qué violencias sufre un perro cuando vive en la calle
Por fuera de las enfermedades físicas que sufren los perros abandonados, el estado de ánimo es uno de los factores que más grafíca su bienestar a partir del antes y el después de ser rescatados.
Acostumbrados a percibir sólo la parte violenta de las personas, su conducta suele estar condicionada por sus vivencias. Es por esto, que “muchos suelen llegar con miedo, o agresivos, sin entender la situación porque no confían en las personas”.
“Una de las imágenes más lindas es ver como la primera vez descansan sin tener miedo”, contó Javiera emocionada.
A qué debemos prestarle atención para saber si un perro necesita ayuda
Principalmente, los perros manifiestan dificultades para moverse. Están tirados con rasgos de desgano frente al movimiento de las personas o los autos. No se inquietan.
También los cahorros que, por su corta edad, no saben cómo manejarse. Suelen verse corriendo sin un sentido de dirección y con la mirada atenta que enfoca para muchos lados al mismo tiempo. Desorientación.
Aquellos de mayor edad, junto con quienes tuvieron algún accidente, deben ser rescatados con suma urgencia. Suelen verse rengueando por golpes con autos o peleas con otros perros.
Concretamente, su alternancia en el carácter tiene que ver con el tipo de violencias al que están expuestos constantemente. Quizás el más peligroso de todos los riesgos es el de ser atropellados.
Al respecto, Javiera explicó que son vulnerables a “choques de autos y motos, peleas con otros perros, lluvia, frío y sobre todo a la maldad de la gente”.
“Lamentablemente encontramos perros que fueron golpeados, quemados, o cachorros recién nacidos abandonados. Todo porque la gente no recibió la educación necesaria para considerar al animal como un ser sintiente y no hacerle daño”, se lamentó.
Más fotos del hogar para perros
Las redes del “Proyecto 4 Patas”
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