Con la idea de expandir el arte hacia nuevos públicos y difundir el acervo del Museo Nacional de Bellas Artes fuera de sus instalaciones se presentó “Más arte en todas partes”, un ciclo que tomando la localidad mendocina de Maipú como primera escala de una muestra itinerante exhibirá gigantografías de reconocidos artistas nacionales en espacios pertenecientes a una cadena de supermercados.
El lanzamiento de la iniciativa se realizó este viernes en Maipú y consistió en un recorrido guiado por las trabajadoras y trabajadores del supermercado ChangoMás a través de los distintos tótems, soportes donde están reproducidas las obras seleccionadas que pertenecen a la colección del Museo Nacional de Bellas Artes y que en los próximos meses serán exhibidas en distintas tiendas que la cadena de retail tiene en el país.
“El ciclo pretende generar nuevos espacios de acceso al patrimonio cultural nacional, en lugares disruptivos, de alta circulación, a través de reproducciones de obras de arte de reconocidos artistas argentinos que pertenecen a la colección del Bellas Artes”, define Andrés Gribnicow, director ejecutivo de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes, organización que junto con GDN Argentina, compañía que gestiona la cadena de supermercados ChangoMás, impulsaron el proyecto.
Las obras expuestas, representantivas del arte argentino del siglo XIX y de la geografía de las distintas regiones del país, están acompañadas por un código QR desarrollado por la Asociación Amigos del Bellas Artes que permite el acceso a información ampliada con datos técnicos y biográficos de sus creadores.
“Elegimos una obra por cada región de la Argentina con lo cual están representados de alguna manera, los distintos paisajes y climas de nuestro país. El Museo de Bellas Artes es el museo de todos los argentinos, nacional y público. Nosotros lo que hacemos es difundir este patrimonio que es de todos”, indica Gribnicow.
“Atardeciendo”
La primera parada del recorrido es “Atardeciendo” (1920), del pintor Atilio Terragni, quien además fue director de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Tucumán, fundada a partir de su inspiración. En la obra se aprecia una figura masculina en primer plano, que descansa bajo la sombra mientras contempla el paisaje que lo rodea. La paleta de colores es vibrante y variada, los tonos son cálidos, rojizos y terrosos: una gama que transporta al espectador al norte argentino, lugar que Terragni recorrió con entusiasmo y donde encontró su hogar.
“Quietud del lago”
En segundo lugar irrumpe la reproducción de un cuadro de Américo Panozzi titulado “Quietud del lago” (1922). En este caso el artista, egresado de la Academia Nacional de Bellas Artes, desarrolla, en contraposición con la pintura de Terragni, una paleta en tonos azules y sus derivados para mostrar la geografía y flora del sur argentino, su lugar de residencia.
“Un alto en el campo”
Luego, es el turno de Prilidiano Pueyrredón y su pintura “Un alto en el campo” (1861). El artista realizó sus estudios como ingeniero en la École Polytechnique de París, Francia, y complementó su formación con estudios de pintura. Cuando regresó a Buenos Aires, a fines de 1849, se dedicó al oficio de la pintura realizando encargos para la elite porteña. Además, trabajó en las obras de restauración y ampliación de varios monumentos, entre ellos la capilla de la Recoleta, la Pirámide de la Plaza de Mayo y la Casa Rosada; como urbanista, diseñó la Plaza de la Victoria y el puente del barrio de Barracas y fue autor de los planos para la mansión que Miguel de Azcuénaga levantó en Olivos, más tarde denominada Quinta de Olivos.
La obra exhibida en esta oportunidad permite contemplar la llanura pampeana a partir de las costumbres de la sociedad porteña del siglo XIX a través de una exploración de la identidad nacional con elementos como la ruta por la que los viajeros atraviesan el campo, el ombú -considerado símbolo patrio-, la pava o la figura de los gauchos.
“La vuelta de Rocha”
La cuarta obra elegida para esta primera parte del ciclo es “La vuelta de Rocha” (1929) de Víctor Cúnsolo, quien empezó sus estudios de pintura en 1918 en la Academia de la Unione e Benevolenza y más tarde ingresó al taller “El Bermellón” donde pintó junto a artistas como Juan Del Prete, Víctor Pissarro, Salvador Calí y Guillermo Bottaro. En esta pieza se ve en primer plano una serie de barcos que se reflejan en el agua del emblemático barrio de La Boca, en la Ciudad de Buenos Aires. Es una obra de trazos simples y geométricos coronada por un cielo nublado que crea un clima misterioso.
“La cascada del Iguazú”
El recorrido finaliza con el artista Augusto Ballerini, cuya obra “La cascada del Iguazú” (1892) recrea el paisaje tropical del norte misionero. “Generalmente las pinturas se hacían estudiando y acá se empieza a ver todo un movimiento de artistas que empiezan, a partir de fines del siglo pasado, a recorrer distintas partes del país justamente para encontrar la esencia de esa pintura argentina”, señala durante la recorrida el periodista Juan Batalla. Y acota: “Esta obra es uno de esos ejemplos. Y lo que tiene de lindo es que toma del impresionismo el golpe del pincel para generar energía y movimiento”.
Martín Ceballos, responsable de la tienda localizada en la localidad mendocina de Maipú, donde se emplazaron estas reproducciones, destaca que las obras elegidas para ser exhibidas en las instalaciones del espacio muestran diferentes regiones del país. “Con esta iniciativa queremos invitar a mirar, más allá de las características técnicas, ver qué nos despiertan sensorialmente las imágenes cuando nos paramos enfrente. ¿Nos traen un recuerdo, un viaje, una historia, una leyenda?”, dice.
Liliana Martin trabaja en el supermercado hace 13 años, donde empezó como cajera. Luego fue trasladada al piso de venta como repositora. “El tema del arte es totalmente nuevo para mis compañeros y para mí. Me gusta esta idea porque me permitió diferenciar lo que es un óleo en tela de un óleo en cartón, o poder ver las pinceladas fuertes, las tonalidades frías y cálidas. Me despertó una sensibilidad que estaba oculta”, expresa.
“No sabía que podía llegar a entender tal o cual obra. Ahora me encantaría ir a más museos. Antes, a lo mejor si veía algo en la tele, me prendía un rato, me quedaba mirando pero no tenía la iniciativa de ir a algún lugar. Era una de las cosas que postergaba”, acota la trabajadora.
“También fue lindo compartir este proceso entre nosotros, desde tomarnos la lección, preguntarnos qué sentimos, qué nos pasa al ver las obras, si compartimos las mismas sensaciones que el artista. Todos estábamos involucrados en todas las obras y nos dimos ánimos en las capacitaciones y esto nos fortaleció como equipo”, señala Martín.
Las obras que integran “Más arte en todas partes” estarán expuesta hasta el 30 de agosto en la sucursal mendocina y luego se replicarán en otras que la cadena de supermercados tiene en distintas ciudades como Resistencia, Olavarría, Mendoza, San Salvador de Jujuy y Comodoro Rivadavia. Paralelamente, en los próximos días se lanzará un concurso llamado “Dibuja tu región” para que chicos entre 3 a 12 puedan retratar su territorio. “Va a haber premios y vamos a seleccionar los ganadores. También vamos a estar invitando instituciones educativas para que puedan recorrer”, anuncia Romina Fresno, integrante de la cadena de supermercados.
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