El esperado regreso presencial a clases plantea nuevos desafíos y aparece como fundamental el cumplimientos de los protocolos establecidos para cuidar la salud de alumnos, docentes, auxiliares y directivos. En ese marco, desde Dar Salud, a través de su área de pediatría, se dieron a conocer algunas recomendaciones a tener en cuenta.
“En el año 2020 el coronavirus, en mayor o menor medida, nos afectó a todos como humanidad, y en varios aspectos al mismo tiempo. Desde lo laboral, económico, ambiental , social, humanitario, emocional, educacional, familiar y afectivo. La lista podría continuar, más allá de las incontables pérdidas de vidas humanas que tuvimos que lamentar”, comentó el médico Martín Britos (M.P. 95.682), coordinador de pediatría de Dar Salud Internación Domiciliaria.
Según afirmó el profesional, “el desafío actual y en un año lleno de esperanzas como es este 2021 es ir, poco a poco, retomando las actividades y la vida normal”.
Una de las actividades más importantes de las que retoman es el regreso presencial a las escuelas. “La vuelta de nuestros niños a las aulas es un desafío no por las dificultades que esto representa sino por el riesgo de contagios que implican las horas sentados en un lugar cerrado y en contacto con varias personas a nuestro alrededor”, señaló Britos.
“Independientemente del COVID, las escuelas y los lugares de concurrencia masiva y sobre todo en épocas invernales con poca ventilación, siempre fueron un espacio central a la hora de los contagios de enfermedades comunes, en especial respiratorias”, dijo Britos. Y agregó: “El solo hecho de pensar en la alta tasa de contagiosidad de este virus y el regreso a clases asusta a más de uno. No por el riesgo en nuestros niños, que sabemos es poco, sino el riesgo que representan al ser vector y volver a nuestros domicilios. Todos convivimos o tenemos algún tipo de relación con adultos mayores, pacientes con algún grado de inmunocompromiso o pacientes con comorbilidades importantes”.
Por todo esto es que resulta fundamental que las escuelas y todo el sistema educacional respeten los protocolos y las medidas de higiene y seguridad al alcance de los niños y las familias.
Desde el punto de vista pediátrico, los especialistas de Dar Salud señalan la importancia del uso de barbijos o tapabocas durante el horario escolar, sin cambiar o prestárselo con los compañeritos; mantener la distancia máxima posible dentro de las aula; insistir con la higiene de manos y cada vez que se manipulen objetos y/o útiles de otras personas o que hayan estado en contacto con otros niños; uso de alcohol en gel en manos o alcohol 70-30 para limpieza de superficies.
Asimismo se sugiere “que sean los docentes y no los niños los que cambien de aula, priorizar actividades en salones amplios y o al aire libre e incluso la flexibilización y la posibilidad de retomar actividades virtuales en caso de una nueva oleada del virus”.
La facilidad de acceso a pruebas diagnósticas rápidas y el control de síntomas y temperatura al ingreso de los niños a las escuelas también será una tarea difícil pero muy importante a la hora de limitar la circulación viral, de acuerdo a lo dicho por profesionales de la salud.
“Todas estas medidas son importantes en la escuela pero no olvidar las medidas al regresar a casa como el cambio de ropa, la higiene del calzado, lavado de manos, cambio del tapabocas o barbijo que son medidas sencillas y muy efectivas”, indicó Britos.
Otro punto a tener en cuenta es el tipo de transporte con el que nos movilizamos a los colegios ya que si es en transporte público el riesgo de contagio se multiplica.
“Ninguna de estas medidas eliminará por si solas el riesgo de infectarse pero en conjunto pueden ayudar a reducirlo considerablemente”, remarcó Britos.