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Ni el colegio, ni el hospital ni la empresa: «El lugar donde uno es más querido es la familia», insiste la profesora Carmen Sánchez Maíllo, secretaria académica del Instituto de la Familia (IF) de la Universidad CEU San Pablo. «La familia, y no una institución, es el mejor lugar para vivir, el más humano», continúa Sánchez Maíllo. Junto a la directora del IF, Carmen Fernández de la Cigoña, coordina el ensayo colectivo ‘La familia: un lugar para nacer y morir’, publicado por CEU Ediciones.
Fernández de la Cigoña advierte que el título del libro tiene dos razones: una atemporal -«la familia siempre ha sido el lugar seguro para la persona», dice- y otra concreta, como respuesta «a los ataques contra la vida, que están a la orden del día».
Ataques dirigidos especialmente -indica- contra «los momentos más vulnerables de la vida: el inicio y el final», en referencia al aborto y la eutanasia.
‘La familia: un lugar para nacer y morir’ recoge dos años de conferencias organizadas por el IF. En sus páginas, una decena de autores de diversas disciplinas reflexionan sobre la importancia que tiene la familia, desde el primer instante de la vida y hasta el último suspiro. El índice incluye -entre otros- al médico Tomás Chivato, al periodista Francisco Serrano o al diputado de Vox Francisco José Contreras, que abordan temas como los cuidados paliativos, la pornografía o la alteridad sexual.
La intención de las coordinadoras, no obstante, es abordar el tema en positivo: «Revalorizar la familia es el camino para alcanzar una sociedad en la que, a su vez, se valore a cada persona», destaca Fernández de la Cigoña. La directora del IF señala a la familia también como antídoto contra la soledad, como solución al invierno demográfico que atraviesa España y como «límite a las tendencias absolutistas del poder».
El matrimonio, en el centro
Uno de los temas nucleares tratados en ‘La familia: un lugar para nacer y morir’ es el descenso en el número de matrimonios. Según los datos del INE, en los últimos 40 años ha caído el número de bodas que se celebran y ha crecido el de divorcios: entre 1982 y 2019 -el año previo a la pandemia- el número de matrimonios cayó un 55,4%. Para Sánchez Maíllo, la nupcialidad cae porque una gran mayoría «desconoce el sentido profundo de la institución matrimonial».
Fernández de la Cigoña profundiza en el diagnóstico: señala como factores la educación en el individualismo, la falta de compromiso y la creencia de que los actos no tienen consecuencias. ¿Cómo dar la vuelta a la tendencia? «Quizá explicando mejor qué es el matrimonio, incluso viéndolo -con una perspectiva cristiana- como una vocación», plantea Sánchez Maíllo, y destaca la importancia de mostrar «la belleza y la alegría del matrimonio».
En esta línea, Sánchez Maíllo también destaca que «es necesario redescubrir la maternidad y la paternidad». Frente a las teorías que niegan que la diferencia sexual tenga relevancia, la secretaria académica del IF defiende que «ambos roles son insustituibles en la familia, en la crianza de los hijos, porque cada uno aporta una riqueza enorme y una manera propia de mirar el mundo».
Pornografía, series y legislación
El capítulo más extenso del libro está dedicado al impacto de la pornografía en la vida familiar: según la ONG Dale Una Vuelta, la edad promedio de exposición a la pornografía es de 11 años. Frente a esta realidad, las coordinadoras del volumen defienden que la familia es también el primer lugar de educación, y no el Estado. «Hoy más que nunca tenemos que hablar en casa de temas de afectividad, y ayudar a nuestros hijos a que se formen un criterio; sin imponer, pero ofreciéndoles nuestro testimonio y nuestras certezas», apunta Sánchez Maíllo.
También se abordan en el volumen temas como la «autoridad social» que reciben las series y películas y su impacto en la educación de los niños. «Hemos de ser conscientes de lo que nos jugamos con el acceso ilimitado que tienen nuestros hijos a las pantallas», reflexiona la secretaria académica del IF, y pide -de nuevo- mucho diálogo entre hijos y padres, a los que recomienda un espíritu propositivo.
Sobre la Ley de Familias que prepara el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, Fernández de la Cigoña advierte de que la propuesta falla porque equipara «realidades familiares» a «modelos familiares». Lo explica con un ejemplo: «Hay que ayudar a las madres -o padres- que sacan adelante a sus hijos por sí mismas, desde luego, pero no deberíamos proponer la monoparentalidad como ideal, porque es un modelo deficitario».
Ficha técnica
Título: ‘La familia: un lugar para nacer y morir’.
Autoras: Carmen Fernández de la Cigoña y Carmen Sánchez Maíllo.
Editorial: CEU Ediciones.
Año de la edición: 2022.
Disponible en CEU Ediciones.
Disponible en Unebook.
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