Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la alergia se sitúa como la cuarta enfermedad más relevante en el mundo y sugiere que para el 2050, más de la mitad de la población padecerá alguna.
Estamos transitando una época del año compleja en lo que respecta a la salud. Mientras las flores florecen y los árboles vuelven a pintarse de colores vivos, el aire que todos respiramos se contamina cada vez más, lo que tiene un efecto nocivo sobre una gran parte de la población: las personas alérgicas.
La llegada de la primavera suele generar ciertos malestares en los individuos: estornudos, goteos nasales y picazón son algunos de los síntomas que están a flor de piel durante este momento del año.
De acuerdo con la doctora Estafania Juszkiewicz Franzé, alergista e inmunóloga (MN 145096): “Las alergias que suceden en este momento del año son, en la mayoría de los casos, por la polinización de árboles y plantas“. El viento característico de esta estación puede convertirse en el principal enemigo de la persona alérgica ya que “trasporta los alérgenos a la mucosa de la nariz, oídos, garganta y boca, generando síntomas”.
Esto es así porque los pólenes son muy livianos y las ráfagas de viento pueden esparcirlos por el ambiente con facilidad. Además, muchos frutos de los árboles caen al piso y explotan, liberando sustancias bioactivas, azúcares, lípidos y hormonas.
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Síntomas de las alergias
Los síntomas más comunes de las alergias son:
- Picazón en la nariz, ojos, oídos y garganta.
- Prurito (deseo de rascarse)
- Goteo post-nasal (sensación de goteo de moco en la zona posterior de la garganta).
- Sensación de goteo constante de agua en la nariz.
- Obstrucción.
- Estornudos.
Con respecto a este último síntoma, la especialista advirtió que puede empeorar generando “broncoespasmo o asma alérgico” y que termina afectando notablemente la calidad de vida de quien lo porta.
Es importante, además, no confundir los síntomas alérgicos con los infecciosos. “La forma más simple de poder diferenciar un síntoma alérgico de un infeccioso es que, en general, no tenemos fiebre cuando hay una alergia“, aclaró.
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Rinitis alérgica
Según la OMS, un 40% de la población a nivel mundial padece alergia primaveral, manifestándose como rinitis alérgica. Pero ¿qué es la rinitis?
“La rinitis alérgica es la inflamación de la mucosa de la nariz en el momento en donde toma contacto con el alérgeno al que somos alérgicos”, sostuvo Juszkiewicz. Esta enfermedad es la más frecuente y las cifras lo evidencian: en la Argentina, 2 de cada 10 personas alérgicas presentan esta sintomatología.
Antes de tomar cualquier tipo de medida, se deben realizar los chequeos adecuados para dar con la enfermedad concreta. “Hay que llegar al diagnóstico para decir que es una rinitis alérgica, sino solo es una rinitis”, agregó Estefanía.
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Predisposición genética y exposición ambiental
Es necesario destacar que, durante los últimos años las alergias y los problemas respiratorios empeoraron en los países industrializados. Las partículas eliminadas por la combustión de los motores y por la calefacción crean un ambiente hostil para los individuos con problemas alérgicos.
La contaminación urbana genera un fenómeno de inversión térmica que impide a los pólenes abandonar la atmósfera sobre las ciudades, aumentando el tiempo de exposición de las personas a estos.
Además del componente climático, hay otro fenómeno que completa la ecuación. “Hay que tener en cuenta que la predisposición genética que tenemos nosotros es similar a la de nuestros padres. Entonces, “padres alérgicos pueden tener hijos alérgicos”, comentó la doctora. Y continuó: “En muchos casos sucede que cuando alguien de la familia tiene síntomas, también los tiene el otro en el mismo momento del año”.
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¿Qué medidas tomar?
Es importante tomar todas las precauciones necesarias para hacer más leve la molesta sintomatología de este período. A continuación, las recomendaciones a tener en cuenta:
- Usar gafas cuando salimos al exterior para que la polinización no tome contacto directo con la mucosa del ojo
- Usar barbijo para aislar la nariz y la boca de todo lo que puede estar volando en el ambiente.
- No ventilar los hogares (ya que pueden ingresar los agentes alérgenos).