Luego de confirmar su reconciliación con Martín Redrado, Luciana Salazar vio una foto del economista con una joven en Estados Unidos y estalló de furia.
“Miralo vos, jugando con las mujeres y apretándome a la vez. Lo mejor que me pudo haber pasado es sacarme de encima a semejante lacra de persona para siempre”, fueron las duras palabras de la modelo contra Redrado a través de su cuenta de Twitter.
Tras varias notas defenestrando a Martín, Luli volvió a la carga este sábado y se refirió a la relación que mantenía con él en secreto: “Él me pidió que lo hagamos en la intimidad y no exponerlo . Él necesitaba al mismo tiempo solucionar una situación con su entorno, entonces yo le di un tiempo prudencial pero después todo tiene un límite. Y le dije ‘si no aclaras los tantos con tu entorno me perdés’, ahí fue cuando el optó”.
“Cuando fui pareja de él nunca me ocultó. Fui a vivir afuera con él, hicimos tapas de revistas juntos. Me empezó a ocultar cuando habíamos terminado la relación, y él estaba con otra relación o tenía que mostrar algo al entorno que no le trajera problemas”, agregó en diálogo con “Agarrate Catalina” por La Once Diez.
Al ser consultada por la llamativa imagen de Martín Redrado con otra mujer, contestó: “No quiero estar en el lugar de tercera en discordia porque no lo soy, no voy a ser la culpable de que él esté lastimando a alguien. Lo peor de todo, más allá de la foto que estaba preparada, Martín estaba con un barbijo en Miami, con una persona que no es conocida. Yo salí en Miami con él millones de veces y no mandaron fotos, porque yo no lo difundo. Esto estuvo arreglado, o de parte de Martín o de ella, pero con ella no me voy a meter. Siempre me pongo del lado de la mujer. A mí me llegaron pruebas de que estaba armada”.
Por último, Salazar aclaró enojada: “Yo no voy a dejar que me manchen. No tengo ganas de seguir con este tema. Cuando me injurian o dicen barbaridades y me ponen en el rol de mentirosa, no me gusta, él mentiroso es él, me hace quedar como la loca y no lo voy a permitir. Lo único por lo que me duele es por Matilda. Me da pena, es mi hija, soy la madre y la tengo que proteger, pero desde el lado como pareja ya está, ya no me duele. Él quiere tener todo bajo su control y a mí no me puede controlar nadie”.
