Con su palabra y sus lecturas sobre el futuro, Ludovica Squirru ganó gran popularidad en los medios de comunicación hasta convertirse en una de las astrólogas más reconocidas en el mundo de la farándula argentina.
Una de sus últimas predicciones con los astros fue acerca de cómo será la Argentina de la pos pandemia de coronavirus y entusiasmó con su esperanzador mensaje como invitada al ciclo de “PH, Podemos Hablar”: “Se viene el año del búfalo de metal, que empieza el 12 de febrero y pondrá orden al desorden de esta rata infectada. Entonces viene un tiempo en el cual vamos a volver realmente a la naturaleza, a la familia, a las pequeñas cosas de la vida, pero también vamos a volver a una austeridad de vida. Viene un mundo realmente casi de monje tibetano, ascético”.
Sin embargo, minutos antes, la astróloga recordó su infancia, la vida con su familia y reveló cómo comenzó en el universo de las predicciones, el horóscopo chino y la astrología.
En ese sentido también contó que vivió dos episodios en su adolescencia que la marcaron para siempre. “Tengo que reconocer que tuve una vida con hitos que me cambiaron totalmente”, comenzó y agregó: “A los 15 años la muerte de mi papá abrupta en la quinta que vivíamos en Leloir. Era un hombre joven, deportista. Él nos decía que tenía corazón de atleta y que se iba a morir joven. Era un toro, domaba caballos”.
“A los 15 años, nos va a buscar al colegio -ya tenía una embolia- y a la tarde muere repentinamente. No poderme despedir ni verlo me marcó muchísimo”, lamentó. Pero recordó que “a los dos años, se quemó la quinta de Parque Leloir” y detalló que casi muere quemada.
Ludovica contó: “Estábamos durmiendo y perdimos materialmente todo. O sea, yo de los 17 años para atrás no tengo nada, ni un recuerdo, nada porque se quemó la casa íntegra. Me salvé… el techo se caía encima, ahogada”. A modo de resumen de su relato, reflexionó: “A los 15 muerte de padre, a los 17 quemada y una infancia muy feliz”.
Sin embargo, sorprendió a todos cuando contó que vivió una infancia “rodeada de originalidad”. “Porque mis padres eran originales. No eran ambiciosos, no les gustaba la plata. Les gustaba que hubiera artistas, amigos, pintores. Pude conocer a los grandes actores de la Argentina”, explicó.
“Yo si hay algo que tengo es herencia cultural y espiritual que se la agradezco porque con eso hice mi vida”. En ese momento Andy Kusnetzoff quiso saber si su padre había estado en China y Squirru reveló: “Mi papá fue cónsul en la primera embajada que se abrió Chajal”.
Mientras que Victoria Donda, otra de las invitadas de la emisión del sábado le preguntó: “Vos te educaste ahí ¿Ahí empezó?“. “Claro, mi papá nos daba clases de tao, de Confucio… todo el día hablaba en chino, comía con palitos”, aseguró acerca de sus orígenes en el horóscopo chino.