Las medidas que reúnen mayor consenso por parte de los médicos argentinos son las campañas de concientización de higiene personal, cancelación de espectáculos públicos, y el establecimiento de la cuarentena obligatoria en todo el territorio nacional.
Los trabajadores de la Salud demuestran altos niveles de aprobación a las políticas sanitarias impulsadas por el gobierno argentino para prevenir la proliferación de coronavirus Covid-19, según un relevamiento realizado entre profesionales sanitarios de 13 países de América Latina para evaluar los niveles de aceptación que las medidas implementadas por cada gobierno tienen en la comunidad médica.
El estudio realizado por Fine Research, una consultora especializada en encuestas de salud, analiza específicamente a aquellos médicos que actualmente están atendiendo pacientes diagnosticados con Covid-19, y al describir a unos 421 pacientes en condición más critica, identifica que el 61 por ciento de los mismos, tiene patologías previas tales como diabetes, problemas respiratorios o son pacientes inmunosuprimidos.
El sociólogo y director de Fine Research, Diego Casaravilla, señaló que el estudio contó con la participación de 2253 médicos, y precisó que de acuerdo a los datos que surgen del informe se puede concluir que “aislando a las personas con patologías previas se podría reducir más de la mitad de la letalidad de la pandemia”.
Argentina registra, junto a Perú y Uruguay, un muy alto nivel de acuerdo con las políticas implementadas; en el otro extremo los profesionales de cada país han sido más críticos con las autoridades que han desarrollado políticas que definen como más laxas, como es el caso de República Dominicana, Ecuador y México.
Los médicos argentinos tienen una imagen crítica de la infraestructura hospitalaria del país; alineada a la percepción regional, una mayoría de médicos argentinos reconocen que de mantenerse el ritmo de la pandemia podría colapsarse la disponibilidad de áreas de terapia intensiva, respiradores, en pocos días o semanas e incluso la disponibilidad de profesionales para la evaluación inicial y la hospitalización, en unos 30 días.
Los profesionales argentinos tienen junto a sus colegas de Uruguay, la percepción más positiva en cuanto a la población, a la que mayoritariamente describen como involucrada en la lucha contra la pandemia.
Otro dato que surge de la encuesta, es que a diferencia de lo que se observa en Europa es posible que en América Latina no sean los mayores de 65 años quienes constituyen el grupo más numeroso de pacientes en condición crítica; en el estudio constituyen aproximadamente un cuarto de ese grupo, mientras cerca de la mitad lo constituyen los pacientes de 40 a 65 años.
“Esto se puede explicar por una combinación de la demografía más joven latinoamericana y el relativo éxito que puede haber tenido el aislamiento de los adultos mayores realizado tempranamente en varios países de la región”, añadió Casaravilla.
El estudio también confirma la necesidad de aumentar significativamente la capacidad de testeo identificando que los médicos registran un numero mayor de pacientes con síntomas compatibles y de quienes sospechan fuertemente serian pacientes con Covid-19, que de pacientes ya diagnosticados.
En Argentina, aunque la mayoría de los casos son de contagio importado o de personas cercanas, los médicos identifican que en cerca de un 30 por ciento de los pacientes, el origen provendría del contagio comunitario.
