24 noviembre, 2024
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¿Qué pasa cuando las enfermedades desatendidas llegan a los países centrales?

Infografía Télam

La irrupción de la viruela del mono en Occidente, y con Europa como principal epicentro, llevó a que el mundo encendiera las alarmas y la comunidad científica buscara más evidencias sobre sus presentaciones, vacunas, formas de prevención y fármacos tratantes. Sin embargo, en África, la llamada monkeypox está presente desde hace años con fallecimientos incluidos, sin que estos acontecimientos llevaran a los principales actores en salud pública mundial a buscar soluciones contrarreloj.

No por nada, las ‘enfermedades desatendidas’ se llaman así. Esto mismo ya ha sucedido previamente con ébola y otras afecciones que se creían endémicas en determinadas regiones, hasta que países con mayores recursos reconocieran su presencia. Es el caso de la enfermedad de Chagas, histórica en la Argentina. Pero en los últimos tiempos, también se confirmó su presencia en Estados Unidos, con cerca de 300 mil casos y en Europa donde, según cifras de la OMS, se calcula que existen 80.000 afectados, de los cuales 42.000 están en España.

No es casual que la investigación sobre esta enfermedad, causada por el parásito Tripanozoma Cruzi haya aumentado (y mucho). De acuerdo con el repositorio PubMed, para el período de los últimos 10 años, se registran más de  14.500 artículos en el que mencionan la palabra Chagas, de los cuáles más de 8.900 corresponden a los últimos 5 años y entre ellos, desde 2020 –año en el que salió un estudio sobre la presencia del Chagas en Nueva York en el Open American Forum– en total fueron más de 4.800 resultados, con lo que se ve un fuerte crecimiento proporcional de papers.

Según el mismo repositorio, desde 2020, hay 13 ensayos clínicos concretos sobre nuevos fármacos, tratamientos y administraciones sobre pacientes con Chagas de los cuales 9 son ensayos clínicos randomizados. Entre ellos hay ensayos en fase II sobre nuevos fármacos, formulaciones y combinaciones de fármacos, formulaciones pediátricas, otros métodos no farmacológicos e incluso predictores de vida a través de inteligencia artificial.

Para ver el crecimiento en trabajos publicados, basta revisar que hace 10 años, los ensayos clínicos eran 71, de los cuales 36 eran randomizados, mientras que hace 5 años eran apenas 31, de los cuales solo 15 eran ranzomizados.

Cuando una problemtica de salud se expande a pases de altos ingresos incide en la dinmica de investigacin Sergio SosaEstani
“Cuando una problemática de salud se expande a países de altos ingresos, incide en la dinámica de investigación”, Sergio Sosa-Estani.

El doctor Sergio Sosa-Estani, director ejecutivo de la oficina para Latinoamérica DNDi (Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas) indicó a Télam-Confiar que “cuando una problemática de salud se expande a países de altos ingresos, incide en la dinámica de investigación”. Como ejemplos citó que cuando Europa y especialmente España reconocieron la presencia de la afección, se crearon programas específicos para dar respuesta, a la par que colaboraron con equipos de Latinoamérica.

El auge de las investigaciones de hoy trazan un “prometedor escenario, donde tenemos a la vista dos nuevas entidades químicas como candidata y estamos esperando finalizar una etapa preclínica para nominar un tercera nueva entidad como posible, lo que se suma a los trabajos con drogas anteriores”, señaló Sosa-Estani.

“La comunidad científica atendió la necesidad de evaluar nuevos esquemas y hay alrededor de seis estudios clínicos donde se analizan otros regímenes para tener iguales beneficios con mayor seguridad”, indicó.

“Sobre las nuevas entidades químicas, considerando que una de ellas está en condiciones de comenzar una fase II, otra debe finalizar una fase I y la otra aún debe salir de la fase preclínica, diría que esperamos tener novedades para 2028”, aclaró el director ejecutivo de la oficina para Latinoamérica DNDI. 

Otros de los “gestos” de Estados Unidos cuando reconoció que existía población afectada (principalmente la migrante) fue el “el registro por parte de la FDA del benznidazol en 2017 y más recientemente del nifurtimox, porque si los registra, se reconoce que los tratamientos son válidos”, indicó. Sin embargo, lamentó que aún no esté garantizado el diagnóstico y tratamiento para todos.

Por otra parte, a nivel global, se produjo una mayor en inversión en  I+D, a la par que se organizaron diferentes instituciones.“De hecho se ha fundado la Coalición Chagas (con la DNDI y cuatro entidades más)”. Por último “los programas de salud ya reconocen y priorizan la prevención primaria (como matar la vinchuca o controlar la sangre a transfundir) para evitar nuevos casos, así como también la prevención secundaria, para solucionar la salud de las personas que ya contrajeron la infección (es decir, tratar a todos)”.

Los desbalances en la inversin en investigacin que son sistmicos y estructurales Ana Mara Vara Foto Ral Ferrari
“Los desbalances en la inversión en investigación, que son sistémicos y estructurales”, Ana María Vara / Foto: Raúl Ferrari.

Desde una perspectiva teórica, Ana María Vara, investigadora de comunicación de la ciencia en el Laboratorio de Investigación en Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de San Martín (LICH-UNSAM) compartió que referentes del área de los estudios sociales de la ciencia y la tecnología, entre ellos David Hess, propusieron una noción, la de undone science  o ‘ciencia no hecha’, que da cuenta de los desbalances en la inversión en investigación, que son sistémicos y estructurales.

“La noción suena sofisticada, pero si reflexionamos, es casi obvia. Dado que hacer investigación es caro, requiere muchas experticias y tecnología, hay una tendencia sistemática a que la producción de conocimiento refleje los intereses y valores de las elites. Tanto en la inversión privada como en la pública”, remarcó en diálogo con Télam-Confiar. 

“Por lo tanto, los sectores desfavorecidos económica y socialmente, resultan también desfavorecidos en cuanto a la producción de conocimiento en relación con sus problemas y necesidades. Y esto sucede entre países y al interior de los países”, resaltó Vara para luego aclarar que “cuando hablamos de acceso al conocimiento, no se trata meramente de que hay sectores de la población que no reciben información sobre lo que se investiga, sino de que no son escuchados ni atendidos en sus reclamos sobre lo que debería investigarse”.

La investigadora de la UNSAM mencionó que “a la ‘undone science’ se suma el régimen dominante de producción de conocimiento, es decir, quién financia, qué se financia, quien se apropia del conocimiento generado y cómo llega el producto a sus usuarios”.

Y agregó que en este momento histórico, la producción de conocimiento se hace en el “régimen de privatización globalizado”, una noción propuesta por Phililp Mirowski y Esther-Mirjam Sent, que propone que por más que “el conocimiento se produzca con dinero público, o que una start-up pueda iniciar un desarrollo, lo más probable es que llegue al mercado a través de una empresa transnacional”, ya que son las que tienen los recursos para conducir ensayos clínicos, responder exigencias regulatorias, producir en cantidad y distribuir en todo el mundo.

“La ciencia es cara, y quien tiene más capital para invertir tiene más chances de conseguir lo que busca. A lo que se agrega que quien tiene el capital lo enfoca en las ganancias por lo cual va a haber importantes inversiones en desarrollos que las prometan y no tanto donde no se puedan vislumbrar grandes dividendos a futuro”, cerró.

Cuando las enfermedades afectan a pases ricos crece el inters financiamiento y por ende las investigaciones Fernn Agero Foto Eliana Obregn
“Cuando las enfermedades afectan a países ricos, crece el interés, financiamiento y por ende las investigaciones”, Fernán Agüero / Foto: Eliana Obregón

Por su parte, el investigador principal del Conicet, Fernán Agüero, Licenciado en Ciencias Biológicas y Doctor en Ciencias Químicas que participó en el desarrollo de TDR Targets 6 -un software que busca colaborar en los tratamientos de enfermedades desatendidas- opinó que “cuando las enfermedades afectan a países ricos, crece el interés, financiamiento y por ende las investigaciones” y que este es el caso de la Enfermedad de Chagas, “que por mucho tiempo se decía que era endémica de América del Sur, cuando ahora sabemos que es endémica en todo el continente americano”. Y su reconocimiento en Estados Unidos “hizo que aumente el financiamiento y las investigaciones y el interes que tiene el NIH, CDC, en esta enfermedad”.

“Nosotros en el laboratorio tenemos un subsidio del NIAID/NIH (Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos) para investigar las respuestas inmunes adaptativas (de anticuerpos) de distintos individuos frente a la enfermedad de Chagas en búsqueda de antígenos (marcadores serológicos) que luego pueden ser utilizados para desarrollar inmunoensayos (para diagnóstico de infección, seguimiento de pacientes).

Este proyecto no está directamente relacionado con TDR Targets pero si fue subsidiado porque sin duda, creció el interés”, agregó Agüero, quien es Miembro Fundador de la Asociación Argentina de Bioinformática y Biología Computacional (A2B2C) y profesor en la UNSAM.

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