París Actualizado: Guardar
Un dibujo del maestro renacentista Miguel Ángel Buonarroti, ‘Un hombre desnudo (después de Masaccio) y dos figuras detrás de él’, realizado con pluma y tinta marrón en dos tonos (33 por 20 centímetros), acaba de ser subastado en la sala Christie’s de París. Su estimación más alta era de 30 millones de euros. Se remató finalmente en 23.162.000 euros (24,3 millones de dólares), precio más alto en subasta para una obra del artista y tercera cotización más elevada para un dibujo de un maestro antiguo. Propiedad hasta hoy de un coleccionista particular francés, es una de las escasas obras del maestro del Renacimiento en manos privadas: hay menos de diez dibujos del artista en colecciones particulares. Fue declarado tesoro nacional francés, lo que impedía su exportación, pero al no ejercer el Estado galo su derecho de tanteo, la obra podrá salir del país.
Timothy Clifford, gran especialista en el Renacimiento y director de las Galerías Nacionales de Escocia de 1984 a 2006, fechó el dibujo en 1487, lo que lo convertía en el más antiguo realizado por el artista italiano descubierto hasta la fecha y uno de los pocos que se salvó de la obsesión por destruirlos que persiguió al autor durante toda su vida. Sin embargo, para Stijn Alsteens, director internacional de Dibujos de Antiguos Maestros en Christie’s, probablemente data de 1496, cuando Miguel Ángel, a los 21 años, «ya era señalado por muchos como un artista excepcional y estaba a punto de recibir encargos prestigiosos». «Es un dibujo bastante grande, está muy bien conservado y en muchos sentidos es muy moderno. Podría ser atractivo para alguien que también colecciona a Lucian Freud -añade Alsteens-. Es un dibujo excepcional de una de las figuras más importantes del arte occidental«.
El récord de dibujo antiguo en subasta lo ostenta actualmente una obra de Rafael, ‘Cabeza de un apóstol’, vendida por 26,5 millones de libras esterlinas en Sotheby’s en 2012. Christie’s vendió otro dibujo de Rafael, ‘Cabeza de una musa’, por 26 millones de libras esterlinas en 2009. El anterior récord en subasta de Miguel Ángel se estableció en Christie’s en 2000 cuando ‘Estudio para Cristo resucitado’, se vendió por 8,1 millones (unos 12,3 millones de dólares). Un año después, Sotheby’s vendió otro boceto de Miguel Ángel, ‘Estudio de una mujer de luto’, por 5,4 millones de libras esterlinas.
El dibujo que hoy ha salido a subasta es uno de los descubrimientos más apasionantes en el mundo del dibujo antiguo de las últimas décadas. Se suma al pequeño grupo de dibujos realizados por Miguel Ángel a partir de obras de maestros florentinos de generaciones anteriores. «Durante varios meses hizo dibujos en Carmine a partir de los frescos de Masaccio«, escribió Giorgio Vasari en su célebre libro ‘Vida de los artistas’, refiriéndose a los frescos ejecutados por Masaccio (1401-1428) en la iglesia de Santa Maria del Carmine en Florencia, y continúa: «Fueron admirados por practicantes, comerciantes, y los celos crecieron junto con su fama». La afirmación de Vasari es confirmada por otros dos estudios, de formato monumental similar, a partir de frescos de Masaccio conservados en esta iglesia. Se trata de una copia, conservada en la Staatliche Graphische Sammlung de Múnich, de la composición, hoy perdida, que representa la consagración del monasterio, y otra hoja, a doble cara, en la colección de la Albertina de Viena, que retoma detalles de los frescos aún visibles en la Capilla Brancacci, ejecutados entre 1425 y 1427 y apodada por Bernard Berenson la «Capilla Sixtina del primer Renacimiento».
Los dibujos de Miguel Ángel se pueden fechar en el período durante el cual disfrutó de la protección de Lorenzo de Medici y después de su hijo Pierre. Ambos alentaron el estudio del joven artista sobre la escultura antigua y el arte del Renacimiento temprano. Fue poco antes de que Miguel Ángel realizara algunas de sus obras más famosas, en particular la ‘Piedad’ de San Pedro en Roma (1498-1499) o el monumental ‘David’, conservado en la Galería de la Academia de Florencia. Un dibujo anterior del maestro, probablemente completado a principios de la década de 1490, ahora en el Louvre, es una copia de un fresco en la Iglesia de la Santa Croce en Florencia, pintado por otro maestro fundador de la pintura italiana del Renacimiento temprano, Giotto. El uso de la pluma utilizada por Miguel Ángel en estos dibujos está influenciado por el estilo de su primer maestro, Domenico Ghirlandaio, con quien el joven artista se formó alrededor de 1490.
La Capilla Brancacci
En cuanto al dibujo subastado, el hombre tembloroso se encuentra a la derecha del ‘Bautismo de los Neófitos’ (Hechos de los Apóstoles, 241), uno de los frescos de Masaccio que ilustra la vida de San Pedro en la Capilla Brancacci. Con pluma y tinta de color marrón, Miguel Ángel representó el volumen del cuerpo desnudo de la figura utilizando un sistema de sombreado denso. Más tarde reelaboró esta copia con pluma y pincel, utilizando tinta más oscura. Modificó así la posición de las piernas y los pies, retomando la parte posterior de la cabeza, y destacó la musculatura del hombre, en particular a nivel de la espalda y las nalgas. El desarrollo de un estilo poderoso y robusto para representar figuras se convertiría más tarde en una característica de Miguel Ángel y de los innumerables artistas que lo siguieron desde el siglo XVI en adelante. Añadió después dos hombres que «no guardan relación» con los del fresco pero que recuerdan figuras que se pueden encontrar en un dibujo del artista en el Museo Teylers de Haarlem. Estas dos figuras están dibujadas en un estilo más abocetado que la figura central.
Este dibujo es considerado el primer estudio de desnudo conocido en la actualidad de un artista que dedicó su producción artística a la representación de la fuerza expresiva del ser humano, en particular del cuerpo masculino. Miguel Ángel fue el primero en utilizar el desnudo para transmitir dramatismo y belleza a través de figuras musculosas de proporciones monumentales, tanto en la escultura -por ejemplo, el gigantesco ‘David’ de Florencia o los ‘Esclavos’ del Louvre- como en los frescos de la Capilla Sixtina. Creó así un modelo seguido por artistas de las generaciones siguientes.
Según testimonios contemporáneos, estudió anatomía con cadáveres puestos a su disposición en el convento del Santo Spirito. Con la reanudación de la figura central, así como la adición de los dos personajes adicionales, este dibujo encarna el interés de Miguel Ángel por el pasado y el futuro en un momento preciso de su desarrollo artístico. Parece que permaneció en su estudio durante toda su vida. La figura copiada del fresco de Brancacci inspiró al artista para sus dibujos posteriores de la Crucifixión que se encuentran en la Colección Real del Castillo de Windsor y en el Museo Británico, donde reutilizó la pose del hombre tembloroso para las figuras de la Virgen y San Juan Evangelista.
Antes de ser reconocida por primera vez como obra de Miguel Ángel en 2019 por Furio Rinaldi, entonces especialista en el departamento de dibujo antiguo de Christie’s, había escapado a la atención de los especialistas. En el siglo XVIII, el dibujo perteneció a Modesto Genevosio, un ilustre coleccionista turinés que, según las inscripciones halladas, lo atribuyó a un pintor boloñés de finales del siglo XVI, Pietro Faccini, cuyo estilo excéntrico muestra pocas características comunes con Miguel Ángel. En 1907, apareció en el mercado en una venta en el Hôtel Drouot de París. Paul Joannides, profesor emérito de Historia del Arte en la Universidad de Cambridge, confirmó la atribución a Miguel Ángel después de estudiar la obra de primera mano en primavera de 2018, y escribir un estudio detallado del dibujo.
La entrada Récord para un dibujo de Miguel Ángel, vendido en París por 23,1 millones de euros se publicó primero en Cultural Cava.