Algunos estudiosos de la obra de Jorge Luis Borges que provienen de la música como es el caso del musicólogo italiano Federico Favali o del físico argentino Alberto Rojo y que participarán del Festival Borges muestran que las ciencias duras son esponjosas y que por sus poros aparece lo fantástico de la obra del magistral cuentista argentino.
El 24 de agosto, Día del Lector, se cumplen el 123 aniversario del nacimiento en Buenos Aires del mayor escritor (y lector) argentino, Jorge Luis Borges. Luego de su muerte sucedida en Ginebra, el 14 de junio de 1986, con el correr de los años un solo día parece no alcanzara para que los estudiosos y lectores de su obra celebren la vigencia del cuentista argentino. Por este motivo durante todo agosto se realizarán varios encuentros, charlas, festivales en torno a su atrayente figura.
Los tres encuentros con mayor repercusión en la agenda de agosto son la segunda edición del Festival Borges, que comienza este lunes a las 18 y concluye el viernes, el #BorgesPalooza, que se realizará en el Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551) los días 20 y 21 y las “Jornadas Borges 2022. Confabulaciones: escrituras plurales y lecturas colectivas” en el Centro Cultural Borges (Viamonte 525) desde el 24 hasta el 27.
Una de las peculiaridades que genera Borges es que además de convocar a prestigiosos críticos y escritores como Beatriz Sarlo, Alberto Manguel, Sylvia Saítta, Ana María Shua, Luis Chitarroni, María Rosa Lojo, Javier Cercas y Luis García Montero, entre otros, también participan en sus jornadas estudiosos que provienen de otras disciplinas, como el musicólogo italiano Federico Favali y el físico Alberto Rojo.
Entre las características de la literatura fantástica en la cual se destaca, además de Borges, su contemporáneo y coetáneo Julio Cortázar, está la “vacilación” que genera en el lector. Frente a la lectura de un hecho el receptor de la historia duda si lo que está sucediendo tiene una explicación científica o si es maravillosa. Cortázar, maestro del género, explicó más de una vez, que la realidad es esponjosa, y que por sus poros entra lo fantástico. En cambio Borges trabaja con otros materiales, como la filosofía, la matemática y otras semióticas de las llamadas “ciencias duras”. Y por los huecos que dejan estas ciencias Borges hace emerger lo fantástico de su literatura.
El compositor y musicólogo italiano Federico Favali tuvo su primer acercamiento a las obras de Borges cuando era adolescente, cuenta en charla con Télam. “Las he estado estudiando sistemáticamente durante unos diez años. En particular, me preocupa relacionar las estructuras narrativas con las estructuras musicales que se encuentran en las composiciones de los siglos XIX y XX”, aclara.
Por su parte, el físico tucumano Alberto Rojo, quien además es escritor y un reconocido músico, las primeras primeras lecturas de Borges “fueron de muy chico. A los 10 u 11 años. Mi padre tenía los libros, y yo los leía y entendía a medias (como los sigo entendiendo hoy)”, explica y agrega: “Además, soy de la generación que vio llegar “La moneda de hierro”, “La rosa profunda” y “El libro de Arena”. Recuerdo en las siestas tucumanas, en el par de horas que teníamos en el colegio para ir a almorzar a casa, me leía entero un libro de poesías de Borges”, rememora.
Entrevista
– Télam: ¿En qué lugar de las ciencias duras puede entrar la ficción?
– Alberto Rojo: Es complejo definir ciencias duras -o blandas, o al dente-. Pero digamos, en la física hay una gran imaginación en juego para concebir las teorías que describen un mundo que, en el fondo, es bastante fantástico. Y la misma imaginación que crea el arte crea la ciencia, de modo que no puede sorprendernos que muchas ideas científicas tienen formas similares a conceptos que aparecieron antes en la ficción.
– T.: Y en su caso, Favali ¿Cuáles son los puntos en común entre la estructura narrativa de Borges y la de la música contemporánea?
– Federico Favali: Hay muchos y los he estado estudiando durante muchos años: siempre he estudiado la relación de Borges con la música. Me gustaría hablar con María Kodama al respecto algún día. En la charla que daré en el Festival Borges hablaré sólo de cuatro, entre el método de ataque (de un cuento o de una composición) y la relación con la memoria. En realidad hay muchos más y año tras año siempre descubro nuevos. El pensamiento de Borges encaja perfectamente con el pensamiento musical: es decir, es muy interesante analizar las composiciones contemporáneas a partir del punto de vista de Borges y su pensamiento.
– T.: ¿Cómo trabaja Borges la materia prima que le brinda la física, por ejemplo?
– A.R.: Yo diría que Borges forma parte de una gran empresa intelectual colectiva que es la búsqueda de la verdad. La poesía lo hace desde la exploración de los límites del lenguaje, en la búsqueda de expresar lo inexpresable. Y la física lo hace con la matemática, ampliando los límites de nuestro razonamiento lógico. Y a veces esos roles se superponen en la frontera transparente que separa el arte de la ciencia. Y Borges por momentos habita ese territorio.
– T.: Y pensando lo mismo, pero del lado de la música, usted Favali ¿Cómo descubre la influencia borgeana en la música de György Ligeti?
– F.F.: Sucedió de una manera muy “natural”, diría yo. Siempre he sido un estudioso de la música de Ligeti. A medida que mi amor y admiración por la obra de Borges crecía año tras año, comencé a pensar si podría haber puntos de contacto. El primer ensayo que escribí quería relacionar los modos de ataque, de desarrollo y de cierre de algunas obras de Borges con algunas composiciones de Ligeti. Presenté mi estudio en el Congreso de la Asociación Argentina de Musicología en 2018 en La Plata. Actualmente estoy escribiendo un libro sobre el tema.
– T.: ¿Y Por qué se centra particularmente en el cuento “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”?
– F.F.: Porque creo que este cuento destaca varios puntos fundamentales de la poética de Borges. También se menciona muy a menudo en una serie de conferencias sobre Borges dadas por Ricardo Piglia, un estudioso que tuvo una gran importancia para mis estudios. Es como un faro. Desafortunadamente, nunca pude conocerlo en persona.
– T.: Para concluir, Rojo, ¿Además de Borges, conoce a algún escritor argentino que tenga una fuerte relación entre cuántica y su narrativa?
– A.R.: No mucho, al menos con la precisión incuestionable de Borges. En La trama celeste, de Bioy, podría decirse que hay algo. Y, curiosamente, en Las fuerzas extrañas, de Lugones, hay algunas cosas, más de relatividad que de cuántica, pero igual me parece interesante.
Tanto las palabras de Favali como las de Rojo muestran la actualidad de Borges y como en su cuento “Pierre Menard, autor del Quijote” su obra y su figura se actualiza a través del tiempo. Este agosto del 2022 muestra a un Borges único que podrá disfrutarse durante todo el mes.
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